Dice el Dr.
Bruker, investigador alemán y autor de un libro sobre el tema: "Mi
experiencia de decenios investigando sobre el azúcar blanco me permiten
concluir que esta sustancia es capaz de crear un estado de adicción en el ser humano. Existen estudios realizados en Estados Unidos que lo
demuestran, pero que no se han hecho públicos por motivos económicos".
Como todas las
drogas, el azúcar blanco, además de no beneficiar al organismo por no
aportar ningún elemento nutritivo y vital, resulta altamente dañoso.
Es
un verdadero peligro para la salud pública, por ser fuente directa o
indirecta de muchos padecimientos "modernos": caries dental,
acidificación de la sangre, descalcificación, arteriosclerosis, infarto
de miocardio, diabetes, obesidad, acné, úlcera de estómago, colesterol,
tensión nerviosa, problemas de circulación, hiperexcitabilidad,
degeneración hepática...
La sustancia que hoy conocemos como azúcar poco tiene que ver
con la planta original. Se trata sólo de sacarosa "purísima", priva de
impurezas, de vitaminas, de minerales, de enzimas y de todo elemento
vital. O sea, es una
sustancia química completamente artificializada que una vez ingerida se transforma completamente en
energía, sin dejar siquiera trazas de residuos: nada de proteínas,
grasas, almidones, vitaminas, ni minerales. Solo aporta calorías
vacías. La sacarosa excita el
organismo con su carga energética inmediata, pero lo enerva y lo
debilita, haciendo trabajar en vacío todo el aparato metabólico, lo
más grave es que para su metabolización el organismo debe emplear
reservas orgánicas de vitaminas, amionoácidos y minerales,
empobreciéndose.
Las investigaciones (escasamente difundidas por cierto)
indican que no solo el abuso, sino el simple uso de la sacarosa pura,
predispone el organismo a las modernas enfermedades de la civilización. El azúcar
blanco resulta particularmente nocivo para los niños, los ancianos y las
mujeres, ya que roba del organismo calcio y sales minerales (sobre todo
cromo). Esto sucede pues la sacarosa se une al calcio presente en la
sangre, formando sucrato de calcio que se elimina por intestinos y
riñones. También roba vitaminas y enzimas, necesarias para su
desdoblamiento (la sacarosa es un disacárido que el organismo debe
convertir en compuestos simples como glucosa y levulosa). Detallados
estudios demuestran que cada vez que ingerimos sacarosa, para su
metabolización agotamos reservas orgánicas de preciosos aminoácidos
(triptofano y metionina), de vitamina B (sobre todo B5, B6 y B12),
vitamina PP y minerales. De allí que se defina al azúcar blanco como un
verdadero "ladrón" del organismo.
OPCIONES:
Una de ellas es la miel, es un alimento orgánico, vivo y no una sustancia muerta como el azúcar industrial. La miel, en lugar de robar, aporta al organismo: calcio que nutre y fortalece los dientes y los huesos; hierro que enriquece los glóbulos rojos de la sangre evitando la anemia; aceites esenciales y balsámicos que desinfectan y tonifican las vías respiratorias; ácido fórmico que es un poderoso antiséptico; vitaminas que son sustancias indispensables a la salud; fósforo que es un tónico para el sistema nervioso; glucosa, fructosa, diastasas, dextrina, albúminas, etc. La miel puede sustituir al azúcar en todas sus aplicaciones, aunque es obvio que la cocción destruye enzimas y vitaminas".
Una de ellas es la miel, es un alimento orgánico, vivo y no una sustancia muerta como el azúcar industrial. La miel, en lugar de robar, aporta al organismo: calcio que nutre y fortalece los dientes y los huesos; hierro que enriquece los glóbulos rojos de la sangre evitando la anemia; aceites esenciales y balsámicos que desinfectan y tonifican las vías respiratorias; ácido fórmico que es un poderoso antiséptico; vitaminas que son sustancias indispensables a la salud; fósforo que es un tónico para el sistema nervioso; glucosa, fructosa, diastasas, dextrina, albúminas, etc. La miel puede sustituir al azúcar en todas sus aplicaciones, aunque es obvio que la cocción destruye enzimas y vitaminas".
La principal
fuente natural de azúcares son las frutas, siempre mejor si consumidas
frescas, pues además de la fructosa y minerales aportan enzimas y
vitaminas. Para los
diabéticos existe también un endulzante natural que a su vez reduce la
tasa de azúcar en sangre. Nos referimos a la Yerba Dulce (Stevia
rebaudiana) Caaje´é",llamada asi por los Indios Guaraníes
La Stevia es 300 veces más dulce que el azúcar, por lo que sólo
es necesario tomar una pequeña cantidad para producir el mismo sabor
dulce que el azúcar de caña.
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